viernes, 13 de mayo de 2011

Recordando al Gran Poeta Max Dextre




Max Dextre, nació en Lima el 13 de abril de 1936 y murió el 28 de marzo de 1998. Poeta nacional, periodista cultural y conferencista, vivió gran parte de su vida en Chiclayo y Lambayeque, adoptando a esta última ciudad como cuna natalicia. Poseedor de una lírica de extraordinaria fuerza y esencialidad, su producción poética la resumió en una solo obra: La Nave de Orión, que renovó y publicó hasta en 6 ediciones, los años 1982,1985, 1988, 1991, 1994, 1997.La última edición está dividida en tres partes: siete poemas de verso libre, sesenta haikús, y veintitrés poemas de verso libre; noventa creaciones de extraordinaria fuerza y esencialidad. La poesía de Max Dextre, disidente, crítica, es una lectura reveladora del mundo, y va dirigida contra una moral colectiva prepotente e hipócrita. Con lucidez e intuición poética encarnó a través del lenguaje a seres marginales y desposeídos. Cantó a su ciudad y su historia, e introdujo en el medio lambayecano el haikú japonés, brevísima composición poética, atractiva por su capacidad de síntesis e iluminación.

He aquí un poema de su inspiración de éste gran vate de corazón lambayecano.


A mi Madre le decían loca,
pero no era loca, era profesora.
Hablaba diferente.
Decía: "Los ojos sirven para escuchar".
Yo tenía diez años de edad.
Un niño no comprende el lenguaje vertical

y pensaba que quizá mi madre era loca.
Cierta vez me armé de valor y le pregunté:
¿Con qué miramos?

Mi madre me respondió:
"Con el corazón".

Cuando mi madre se levantaba de buen humor cantaba:
" Hoy me he puesto mi vestido de veinte años".
Yo sabía que no tenía veinte años y la miraba, nada más.
¿Qué puede hacer un niño, sino escuchar?

Si mi madre estaba triste decía estar vestida de niebla.
" Hoy tengo ochenta años" -dijo-, cuando desaprobé un curso.

Al fin pude terminar la educación primaria.
El día de la clausura llegó tarde.
Se disculpó diciendo: "Hijito, me demoré
porque estuve buscando mi vestido de Primera Comunión,
¿No ves mi vestido de Primera Comunión?".
Miré a mi madre
Y no estaba vestida de Primera Comunión.

Después tuvo ese accidente fatal.
Me llamó a su lado, cogió fuerte mis manos y dijo:
"No tengas pena, la muerte no es para siempre" .

Pensé: mi madre no se da cuenta de lo que habla.
Si uno muere es para siempre.
Era niño y no entendía sus palabras.
Ahora tengo cincuenta años
y recién comprendo sus enseñanzas.
Sí, Madre. Podemos tener 20 años
y al día siguiente ochenta.
Todo depende de nuestro estado de ánimo.
Los ojos sirven para escuchar
porque debemos mirar con atención a quien nos habla.

Para conocer la realidad esencial de una persona,
tenemos que mirarla con el corazón.
la muerte no es para siempre,
sólo muere lo que se olvida
y a mi madre la recuerdo porque la quiero.
Ahora -en sueños platicamos-
nos reímos de su método de enseñanza.
Aprendí a mirar con el corazón.
Una noche me dijo:
"He notado que te molestas
si tus amigos te dicen loco y eso no está bien.
Es natural que el hijo de una loca sea loco".
Entonces -por primera vez
-repliqué a mi madre y le dije:
"Madre, te equivocas,
no siempre el hijo de una loca
tiene que ser loco; a veces es poeta".

Por eso puedo decir con orgullo:
"A mi madre le decían loca,
pero no era loca, era profesora.
Me enseñó a descubrir la vida después de la muerte"

1 comentario:

ramiro dijo...

A ESTE GRAN AMIGO LO CONOCI TRES MESES ANTES DE SU MUERTE EN LA CIUDAD DE LOS BRAVOS PAKAMURUS (JAEN-CAJAMARCA, FUIMOS A MI CASA Y LO ATENDIO MI PADRE QUE CURABA CON HIERBAS EN EL SECTOR DE LA FILA ALTA, ALMORZAMOS, RECUERDO JUNTO A MI MADRE AMBOS MUERTOS. Y LE REGALO CON GRAN AFECTO SU UTIMA PUBLICACION. YA MOSTRABA DEBILIDAD EN SU PULCRITUD. GRAN POETA Y AMIGO, ME ENSEÑO AMAR A LA POESIA Y VER LA LUZ CON ESPERANZA EN LA VIDA Y MÀS ALLA DE LA MUERTE. INMORTALIDAD ETERNA PARA MAX.