viernes, 18 de diciembre de 2009

Efluvio del Aroma que Germinas

Eres bálsamo
efluvio que me embriagas,
aroma que germinas rosas en el aire,
nido que se puebla con tu esencia.

En mis noches de insomnio
me interno en el bosque de tus sueños;
entonces el volcán febril de tus ensueños
me excita sobre la curva que engendra el arco iris.
Así aspiro, me deleito,
me embeleso voluptuosa
oteando feliz tu distancia en mis distancias.

Contemplo la luna, nívea, transparente
y en erótico éxtasis navego en el cosmos de tu cuerpo
contando las estrellas que introduces en mi vientre.
Dormitando, ellas se escapan
destilando luz incandescente sobre el cielo.

Poseída y cabalgada
es clara la alquimia introducida:
Las rosas, las orquídeas y los captus,
suman sus esencias, bañando tu estructura.

En mis muslos
discurre el efluvio del aroma que germinas.

Sabina Plascencia Linares (Cajamarca)

Profano Nombre

Disparo
las letras de tu nombre
contra el muro de mi celda

Locas,
chocan y rebotan,
se mezclan con la noche,
traspasan los planetas.
Gritan. Joden el silencio.

Pronunciar tu nombre
tu profano nombre,
nombre de río,
se,
es ofender a la noche.
Y
la noche
no perdona.
Isabel Mata Bazán

Identidad

Tú hablaste por mí, interpretaste mis sentimientos, creíste en mi dolor y, también, ¿por qué no?, lloraste por mí.
Engranaje del destino, el pasado igual se acerca, mide el presente, lo hiere y lo consume.
"Jamás hombres humanos, hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, en el vaso..."
Sí, hombres de todos los tiempos, intérprete del destino, del futuro sin color y sin sabor; pero en el subconciente se abre un resquicio donde el sentimiento crece, el cariño cdrece, y el amor no muere, es artmética, se multiplica, perdura aún en el cajón.
Son tus versos los que revuelcan mis inquietudes, mis fantasías; el eterno pensar del yo existo y para qué sigo existiendo, será porque: "Hay hermanos mucho que hacer..."¿En lo mío, en lo ajeno? Quizás más en lo mío, pues me llega al alma, aquello de que "Jamás tan cerca arremetió lo lejos..."Porque eso es mi verdad.
Treintaitantos años atrás, me cuentan que vi la luz, me llamaron Anabel.
¿Por qué? No lo sé; mis ancestros ignotos, mi casa la calle, el orfanato, siempre con el abrigo prestado y el corazón buscado una banca, un descanso. Lo encontré y lo perdí una y mil veces y hoy treitaitantos años de rodar y de golpear, sin encontrar asidero, lo lejano sigue lejos. No importa la historia, si es posible se inventa una, aunque en el fondo sepa que carece de raíz, sin tronco, sin ramas, sin nada.
En el corazón y en la mente persisten interrogantes: ¿Qué fue de aquél que sembró mi semilla y, qué fue de aquélla que me cultivó en su vientre?
Sin historia, sin lamentos; me convertiré en raíz, luego seré tronco y más tarde crecerán ramas verdes, ardientes, matizadas de sueños y esperanzas.
Isi Gonzáles de Montoya

La Mirada

Sentado en la parte posterior y junto a la ventana de un microbús, un sujeto de mirada burlona y de gruesos lentes miró detenidamente a una mujer policía, que dirigía el tránsito.
El sujeto frunció las cejas mirándola detenidamente, le hizo ojitos y otras cosas más.
La mujer policía disgustadísima, ruborizada y escandalizada, detuvo el vehículo y arrestó al individuo.
Ya en la jefatura y frente al comisario, acusó al sujeto cruelmente.
Fue acusado de maniático sexual, falta de respeto a la autoridad policial, de guiñarle el ojo y mirárla malévolamente.
Seguidamente el comisario le dijo:
-¡Ciudadano!¿Qué tiene que decir en su defensa?-
El sujeto confundido, respondió:
-Soy ciego.

Miguel Lescano Tena