miércoles, 21 de octubre de 2009

Te he Buscado...

Te he buscado en el aire que respiro,
en el aroma embriagador de las flores frescas,
en el inabdicable sonido del rugir de un río.
Te ha buscado en mis propias palabras,
entre mis poemas de antaño,
en la cajita de sorpresas que me regalaste,
en las huellas que dejaste sobre mi piel.
Te he buscado en el último asiento
del ómnibus en que viajábamos,
en el viejo banco de lo que fue la Alameda,
en el rinconcito oscuro de la calle "El Pueblo".
Te he buscado en el sonido de mi lento caminar,
en las lágrimas interminables de tu madre,
en la preocupación solitaria de tu padre
en la interminable risa de tus hermanas
en el tañer doloroso de las viejas campanas.
Te ha buscado entre las sábanas frías y oscuras
del viejo hotel donde debutamos,
en el largo camino a tu casa
en el árbol que siempre nos cobijó.
Te he buscado en mí
y hoy te encuentro
en las profundidaes burbujeantes
de un vaso con cerveza,
luego nos abrazamos
en el fuego sediento de una quimera.

Alexis Alfil. (José Primo Bonilla. octubre de 2000)

lunes, 19 de octubre de 2009

Coral de poetas

Acérquense a mi fuente
¡Oh, soñadores!
A beber de mis aguas
lo más noble
y del alma profunda,
su riqueza.
Formaremos una legión
indestructible al rededor del mundo.
Una cadena sonora
que detenga los muros,
el dolor y la muerte
la soledad y la ausencia.

Por las premoniciones naturales
somos los elegidos.
Los que alzarán la voz,
el nuevo canto, las palabras
que arrastren su vendaval
de vientos y raudales.

Oh, mi pequeño mundo azotado.
Su hermosura flagelada
por astucias de los hombres.
Sólo han prendido hogueras
destructoras.
Sólo han llenado abismos
de esperanza.

Habrá que volver
por el mismo camino.
Habrá que renacer entre
las llamas.

Abrir todas las fronteras
posibles,
todos los mares y cielos
y hundirnos en los pozos
de todas las miradas.

¡Oh poeta!
solo tú eres divino.
Hacia ti llegan las manos
de la inspiración.
Muchas puertas
esperan tu llamado.
Amores y alegrías
decepciones y locuras,
en ese barco ebrio
que lleva el corazón

Por Jose Diez - Atawallpac
4 de marzo del 2008 - Holanda.

Oda al pan



Pan,
con harina,
agua
y fuego
te levantas.
espeso y leve,
recostado y redondo,
repites el vientre
de la madre,
equinoccial
germinación
terrestre.
Pan,
qué fácil
y qué profundo eres:
en la bandeja blanca
de la panadería
se alargan tus hileras
como utensilios, platos
o papeles,
y de pronto,
la ola
de la vida,
la conjunción del germen
y del fuego,
creces, creces
de pronto
como
cintura, boca, senos,
colinas de la tierra,
vidas,
sube el calor, te inunda
la plenitud, el viento
de la fecundidad,
y entonces
se inmoviliza tu color de oro,
y cuando se preñaron
tus pequeños vientres,
la cicatriz morena
dejó su quemadura
en todo tu dorado
sistema de hemisferios.
Ahora,
intacto,
eres
acción de hombre,
milagro repetido,
voluntad de la vida.
Oh pan de cada boca,
no
te imploraremos,
los hombres
no somos
mendigos
de vagos dioses
o de ángeles oscuros:
del mar y de la tierra
haremos pan,
plantaremos de trigo
la tierra y los planetas,
el pan de cada boca,
de cada hombre,
en cada día,
llegará porque fuimos
a sembrarlo
y a hacerlo,
no para un hombre sino
para todos,
el pan, el pan
para todos los pueblos
y con él lo que tiene
forma y sabor de pan
repartiremos:
la tierra,
la belleza,
el amor,
todo eso
tiene sabor de pan,
forma de pan,
germinación de harina,
todo
nació para ser compartido,
para ser entregado,
para multiplicarse.
Por eso, pan,
si huyes
de la casa del hombre,
si te ocultan,
te niegan,
si el avaro
te prostituye,
si el rico
te acapara,
si el trigo
no busca surco y tierra,
pan,
no rezaremos,
pan,
no mendigaremos,
lucharemos por ti con otros hombres,
con todos los hambrientos,
por todos los ríos y el aire
iremos a buscarte,
toda la tierra la repartiremos
para que tú germines,
y con nosotros
avanzará la tierra:
el agua, el fuego, el hombre
lucharán con nosotros.
iremos coronados
con espigas,
conquistando
tierra y pan para todos,
y entonces
también la vida
tendrá forma de pan,
será simple y profunda,
innumerable y pura.
Todos los seres
tendrán derecho
a la tierra y a la vida,
y así será el pan de mañana,
el pan de cada boca,
sagrado,
consagrado,
porque será el producto
de la más larga y dura
lucha humana.
No tiene alas
la victoria terrestre:
tiene pan en sus hombros,
y vuela valerosa
liberando la tierra
como una panadera
conducida en el viento.

Por Pablo Neruda

Poemas sobre la guerra.

Cuándo el hombre
no sea parido
por el huevo de la muerte,
todas las estrellas
nos pareceran las mismas
en los ojos.

Cuándo el hombre
no haya nacido
en un basural
de radiación atómica,
todos los colores
serán los de la luz
para definirnos.
Cuándo el hombre
y los pájaros no mueran,
sin ojos en los pantanos de petróleo,
todas las rosas del universo
dejarán caer una imaginación infinita.

Maduros en el atardecer y el amanecer
de la misma estrella
seremos los mismos,
y otros, como al principio.

Por Pablo Quevedo (Poeta piurano, residente en Alemania).