lunes, 7 de septiembre de 2009

Lección

Y los dardos de tus pasiones
han dado en el blanco perfecto
de mis días incendiados de recuerdos.

Cuando la soledad
se siente en mi conciencia
habito su acerada espiritualidad.

Es oportuno respirar
pretéritas lecciones de ternura
y purificar nuestro ser.

El hoy,
es un vaiven indefinido que
nos mece en las olas del festín
mas inhumano del planeta.

Hasta cuando,
mi memoria sentirá la necesidad
de tu justa atracción para transitar
el destino de esperanza radiante.

He despertado,
la luna me baña
con su claridad cósmica,
he quitado la piedra del camino,
y la decisión es certera:
volver a empezar.

Por Alexis Alfil.

Hermano

Hermano gallinazo,
oscuro sacristan,
sobre la cruz de tu iglesia,
abre tu misal
y rézame una oración.

Ay hermano
de esta tierra,
de este muladar,
adivina mi dolor,
adivina mi pesar.

Envíame todos los cristos
todas las marías
para mi salvación,
para mi corazón

Por. Darío Hernandez Quiroz