domingo, 6 de noviembre de 2011

Bendito Árbol Milenario

Milenario algarrobo,
fiel testigo de la gloria Sicán
guardas en tu tronco ancestral
las heroicas hazañas del bravo Naylamp.

En tu nombre se fusiona
una mezcla incomparable
de naturaleza e historia
que a todo mundo impresiona.

Milagro del desierto,
formas los más densos bosques
que el Santuario Pómac alberga;
amigo del sapote y del vichayo
eres el orgullo del hermoso Chiclayo.

Tu grandeza no permite
que se amilane tu corazón
ante la mano maldita
que te convierte en carbón;
pues llevas el color
de nuestra sangre Mochica.

Protagonista de mitos y leyendas
tu sola presencia emana
gran energía mística,
pues tu gran vida se remonta
a la colosal etapa preinca.

Eres sereno y constante
tu cuerpo no se inmuta
ante el ingrato que te derriba
olvidando en un instante,
que alguna vez
tu sombra le prodigaste.

Árbol de cabeza broncínea
generoso cual deidad
no sólo conservas la biodiversidad,
eximiendo nuestra ingratitud
eres el sustento de nuestro Perú.

Árbol de verde follaje
y ramas retorcidas,
de abundante inflorescencia
permitiendo la presencia
de las aves más coloridas.

Árbol de alma franca
testigo de mil amores
entre ellos, los picaflores
y de la pava aliblanca.

Árbol bendito,
refugio eterno de vida
tu gran reino es el santuario
donde acoges a diario
golondrinas y huerequeques
eres el gran regalo;
que Dios dió a Lambayeque.

Por Lilia Ruíz Vásquez

1 comentario:

La Semilla dijo...

Un hermoso poema, creación auténtica de nuestra Prof. Lilia Ruiz, felicitaciones sinceras