lunes, 7 de septiembre de 2009

Lección

Y los dardos de tus pasiones
han dado en el blanco perfecto
de mis días incendiados de recuerdos.

Cuando la soledad
se siente en mi conciencia
habito su acerada espiritualidad.

Es oportuno respirar
pretéritas lecciones de ternura
y purificar nuestro ser.

El hoy,
es un vaiven indefinido que
nos mece en las olas del festín
mas inhumano del planeta.

Hasta cuando,
mi memoria sentirá la necesidad
de tu justa atracción para transitar
el destino de esperanza radiante.

He despertado,
la luna me baña
con su claridad cósmica,
he quitado la piedra del camino,
y la decisión es certera:
volver a empezar.

Por Alexis Alfil.

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